SINOPSIS
En Pandora no solo brilla el azul de los Na’vi: ahora también chisporrotea
el rojo. La familia Sully —ya saben, Jake, Neytiri y compañía— está lidiando
con el duelo tras la pérdida de un ser querido (spoiler: no es un
cactus).
Pero como si eso no fuera suficiente drama para un planeta alienígena,
aparece una tribu nueva y poco amistosa: el Pueblo de las Cenizas (o Ash
People), liderada por la feroz Varang. Estos Na’vi no vienen a tomarse un
té: su filosofía es más del estilo “¿quieres fuego? pues toma
fuego”.
Se rumorea que este clan de ceniza se ha aliado con Quaritch (sí, ese
tipo que nunca se rinde), y que tienen habilidades relacionadas con fuego
que podrían convertir los bosques de Pandora en parrillas fuera de
control.
Entonces Jake y su clan tienen que ponerse las pilas (o mejor dicho, las
colas) para defender su hogar, unir tribus, lidiar con conflictos morales
y evitar que el planeta termine más chamuscado que una tostadora sin
supervisión. También habrá viajes en naves – no sólo acuáticas, sino
aéreas – y tribus “comerciantes del viento” que aparecerán como si fueran
vendedores ambulantes cósmicos.
En resumen: duelo, guerras tribales, fuego, moral ambigua, naves
voladoras… y probablemente algún Na’vi quejarse de tener las patas sucias
con ceniza. Todo esto envuelto en el espectacular espectáculo visual que
James Cameron sabe dar.
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